miércoles, 24 de marzo de 2010

Revista Análisis Económico No. 5

La Revista-Libro ANALISIS ECONOMICO, es un medio de comunicación especializado en temas de economía y empresas, que se edita en la ciudad de Manta desde el año de 2004, con el fin de brindar información a empresarios, profesionales, estudiantes universitarios temas sobre la realidad local, provincial, nacional e internacional.
Ya está en circulación  la edición No. 5 que contiene los siguientes temas:
* Acciones frente a la crisis
* Evolución de la inflación en el Ecuador
* ¿Una política económica con rostro social?
* Desempleo: ¿problema social del capitalismo?
* Integración: participación del Ecuador en la CAN
* Incrementar el gasto público: ¿es bueno o malo?
El costo de esta nueva edición es de USD 5,oo dólares y lo puede solicitar a nuestro e-mail: migueltomal@yahoo.com o en la oficina de Análisis Ediciones. 2623-740. ext. 251

jueves, 18 de marzo de 2010

¿Qué es eso del crecimiento económico?

La economía es un tema que en los últimos años ha tomado mayor atención en diferentes niveles de la sociedad, desde el ámbito gubernamental, empresarial hasta el común de las personas. Esto ha sucedido debido a que se han popularizado una serie de temas como inflación, desempleo, crisis económica, pobreza, dolarización, déficit fiscal, crecimiento económico, entre otros. Y se han popularizado por los efectos positivos o negativos que estos han ocasionado a los individuos, empresas y demás agentes económicos.
Uno de esos temas de los que se habla con mucha frecuencia es del crecimiento económico. Sin embargo hay que recordar que el tema no es nuevo, viene desde que la economía se conoce como ciencia. Hablar de crecimiento económico es hablar de cómo una economía ha evolucionado en sus principales indicadores de forma cuantitativa, pero básicamente se relaciona con el incremento, estancamiento o disminución de la producción de bienes y servicios que un país genera en un determinado periodo de tiempo, que por lo general es un año. La forma de medir el crecimiento es a través de la evolución porcentual que un país ha tenido de un año a otro (o de un periodo a otro) en su Producto Interno Bruto (PIB), a lo que se conoce como la tasa de crecimiento. Hemos escuchado en reiteradas ocasiones a funcionarios del Banco Central, funcionarios públicos y hasta al mismo Presidente hablar de que el país crecerá en el 1, 2 o 5%; de igual forma a nivel internacional organismos como el FM o la Cepal cada año hablan del crecimiento en un año que termina y pronostican la tasa de crecimiento para años venideros. De ahí que el tema haya tomado gran importancia.

Por tal motivo, el crecimiento se convierte en un termómetro fundamental en la vida económica de un país ya que si la economía crece nos indica que la producción está creciendo y con ello una serie de efectos positivos como la generación de empleo y la consecuente disminución del desempleo; el incremento de la inversión que hace crecer la demanda de bienes y servicios de otras actividades económicas complementarias. Si existe crecimiento el beneficio también llega a las arcas fiscales ya que mayor producción significa más consumo y más utilidades empresariales y con ello el aumento de impuestos tanto directos como indirectos. Si hay crecimiento va a existir mayor dinamismo en el comercio exterior ya que por un lado se incrementará la demanda de productos importados y por otro se generarán mayores excedentes de productos que serán destinados a los mercados internacionales con lo que las exportaciones aumentarán.

Históricamente el crecimiento se ha convertido en uno de los principales objetivos de las políticas económicas que han aplicado cada uno de los gobiernos que han dirigido los destinos de nuestro país. Lamentablemente existen condiciones internas y externas que han perjudicado el logro de tal objetivo. Las estadísticas nos muestran que el Ecuador no ha podido tener un crecimiento sostenido y permanente. En la última década nos dan cuenta que el país ha tenido una tasa de crecimiento promedio del 4.3%, siendo los mejores años el 2001 con el 5.6%, que según la Cepal obedeció al dinamismo de la demanda interna, además de ello el inicio de la construcción del Oleoducto de crudos pesados (OCP), entre otros factores. El 2004 se convierte en el año en que se ha obtenido el mayor nivel de crecimiento con una tasa del 7.9%, debido al gran aporte de la actividad petrolera. El año 2005 se tuvo un crecimiento del 6% similar cosa ocurrió en el año 2008, viéndose afectada la economía ecuatoriana en el 2009 por efectos de la crisis económica internacional, alcanzando un 1% apenas de crecimiento.

Cuando observamos las ramas que aportan a este indicador tenemos que las principales son el petróleo, la industria, el comercio, otros servicios y la construcción. Si hacemos una sumatoria en el periodo 2000-2008 observamos que el petróleo aportó a la formación del PIB con el 19,8%, la industria tuvo una participación del 9,6%, mientras que el comercio significó un 12,6 % del PIB, por su parte el sector otros servicios (*) tuvo una participación del 25,1% y la construcción por su parte contribuyó con el 8,6% a la producción nacional. Los datos nos muestran que la economía del Ecuador basa su producción en estas cuatro actividades que juntas tienen una participación del 75,7% en el total del PIB, significando esto que cualquier desequilibrio afectará el crecimiento del total de la economía.

Frente a esta situación queda mencionar que en años anteriores quienes han dirigido al país no han dado prioridad y atención a sectores como el agropecuario, servicios e inversión pública. De igual forma el sector industrial y de exportación se han visto perjudicados con una serie de medidas que han imposibilitado su mayor crecimiento que se demuestra con el bajo nivel de productos manufacturados que el país exporta. Queda por lo tanto, seguir insistiendo en la importancia que tiene la reactivación productiva para generar mayores niveles de crecimiento para que en los próximos años no sea un tema que solo se analiza en las estadísticas y como agregado nacional, sino que la gente, en su conjunto, sienta que ese crecimiento significa mayor empleo, mejor redistribución de los recursos, mayor bienestar y mejoramiento de la calidad de vida, mayor equidad que disminuya la brecha entre pobres y ricos, pero siempre incentivando a que los agentes económicos, liderados por un estado pequeño pero fuerte, que interviene en lo que tiene que intervenir, sin poner trabas al desarrollo de las actividades productivas, aporte al dinamismo tanto del sector público como del sector privado. Así todos saldremos ganando y el Ecuador empezará a ser diferente. Los extremos y los excesos está demostrado a la larga no funcionan.