jueves, 19 de noviembre de 2009

El desempleo como efecto de la crisis

La economía mundial, viene experimentando una severa crisis económica desde el mes de septiembre del año 2008. Según los últimos resultados a nivel de la economía de Estados Unidos indican que se ha entrado en una fase de recuperación, así lo demuestra el crecimiento del 3,5% alcanzado en el último trimestre, lo que es alentador y da esperanza de que los beneficios se extiendan a las demás naciones del orbe. Sin embargo, la crisis afectó a la gran mayoría de países que han visto mermar su situación económica y social. Los Gobiernos de América Latina han tenido que enfrentar los efectos con medidas de tipo fiscal, monetarias, cambiarias, comerciales, sectoriales, laborales, etc. y a pesar de ello los impactos han sido considerables teniendo resultados negativos por el lado de las exportaciones, recepción de remesas, aumento de precios de bienes y servicios, presiones en el ámbito fiscal, disminución de la inversión privada, aumento del desempleo.

Precisamente el desempleo es uno de los efectos más fuertes que toda crisis económica puede dejar en una economía. Este es un fenómeno que la Organización Internacional del trabajo (OIT) lo considera como “el conjunto de personas sobre una edad especifica, que se encuentra sin trabajo, y está disponible para trabajar, está buscando trabajo durante un período de referencia”. En su desarrollo y debido a la serie de causas que lo genera puede presentar varias manifestaciones. Así existe el desempleo estructural, estacional y friccional, lo que conduce a plantear que una economía nunca dejará de tener personas desocupadas. Lo preocupante es cuando la desocupación es involuntaria; es decir, a pesar que las personas desean trabajar no encuentran espacio en el mercado laboral.


El desempleo en el Ecuador


El Ecuador es un país que históricamente ha tenido dificultades en su estructura productiva en cuanto a dinamizar sus sectores productivos cuya base tiene como referencia principal la actividad agrícola y extractiva de petróleo sin que haya existido un sector industrial de grandes proporciones y de manera especial ligado a la investigación y desarrollo (I+D).


Otro elemento distorsionador de la economía ecuatoriana ha sido el fracaso de las políticas económicas, de manera especial, la política fiscal que ha conducido a un elevado gasto público y dentro de este la sobredimensión del gasto corriente y a una constante salida de divisas por concepto de servicio de la deuda externa, lo que ha sido perjudicial para la inversión pública que ha limitado la construcción de importantes obras de infraestructura en todas sus líneas a nivel nacional.


Adicional a ello hay que considerar los contantes periodos de crisis económicas que se ha vivido como la denominada “década perdida” de los años 80’ en la que el desempleo alcanzó un promedio del 14.2% de la PEA. La crisis de los años noventa que se inicia con el problema energético a lo cual se añade el conflicto bélico con el Perú del año 95’ y el inicio de la crisis bancaria con el cierre del Banco Continental generándose al final de la década la gran crisis financiera que condujo a la implementación del sistema de dolarización.


También hay que señalar que en este nuevo periodo del siglo XXI la dolarización no representó la gran solución para los problemas estructurales por lo que el fenómeno del desempleo persiste a nivel de todo el país.


Uno de los sectores llamados a tener un efecto multiplicador muy fuerte en el ámbito productivo y con ello en el nivel de empleo es el comercio exterior, pero éste sigue teniendo una estructura basada en cinco productos tradicionales de exportación a saber: petróleo, banano, cacao, café y camarón, de los cuales el primero es el que genera más del 50 por ciento de ingresos de dólares a la economía.


Las causas indicadas nos conducen a plantear que tanto el sector público como privado no han sido importantes generadores de empleo, por lo que persiste un nivel importante de ecuatorianos que no tienen una ocupación formal, situación que se profundiza por el impacto de la crisis financiera mundial en importantes sectores de la economía, de manera especial, aquellos que están orientados a los principales mercados de destino de nuestras exportaciones como es los Estados Unidos y países europeos.


Como podemos apreciar en el gráfico los niveles de desempleo han tenido variaciones constantes. El mayor porcentaje se puede observar en el año de 1999 donde el desempleo alcanzó el 15.1% lo que se justifica por la crisis económica y financiera muy profunda que vivió el país que desmejoró la actividad económica cuyo principal indicador el PIB tuvo un nivel del -7.3%.


Durante todo el periodo que el Ecuador ha mantenido la dolarización no se ha cumplido con uno de sus propósitos que era justamente disminuir el desempleo. Las cifras indican que en todo estos años (2000-2008) el desempleo en el país ha tenido un promedio del 9,1 %. Sin embargo, hay que considerar que con el solo hecho que el país esté dolarizado no se iba a eliminar uno de los principales problemas estructurales que ha tenido la economía en muchas décadas. La razón es que ni los gobiernos, ni el sector privado han implementado todas las medidas y estrategias posibles para reactivar el aparato productivo, que en definitiva es el principal motor de la economía y el que mayor volumen de empleo puede crear, mucho más si este está acompañado de un proceso de inserción internacional que permita que el comercio exterior genere un efecto multiplicador en todo el sistema económico. Lamentablemente el país en este campo ha perdido mucho tiempo por lo que en la actualidad de vuelve difícil la generación de plazas de trabajo quedándole al Estado, dado la orientación ideológica del régimen, la posibilidad de convertirse en el principal generador de fuentes de empleo a través de la inversión pública para disminuir el desempleo y favorecer un mejor nivel de vida de la población. De igual manera le corresponde al Estado generar un clima de inversión y de estabilidad económica que conduzca a que el capital productivo quiera arriesgar en actividades dentro del territorio nacional y con ello aportar a la disminución del desempleo.



miércoles, 24 de junio de 2009

LIBRO TERMINOS ECONOMICOS



Autor: Miguel A. Tomalá P.

Es una herramienta indispensable en el trabajo de estudiantes, profesionales y empresarios que se interesan en la realidad socioeconómica del Ecuador y el Mundo.
Es una compilación minuciosa que se ajusta al criterio de síntesis sin perder su carácter científico, recurriendo a diferentes fuetnes tanto impresas como electrónicas que permite la tecnología actual; sustentados por la experiencia y seriedad del autor.
La obra contiene 525 conceptos de términos que han sido incluidos considerando varios requerimientos, incluso para el estudio de la Macroeconomía, Microeconomía, Finanzas, Comercio Exterior, Contabilidad, Marketing, etc. de las universidades del país. Muchos de los conceptos debieron ser abordados respetando la diversidad ideológica de sus autores, incluso, confrontándolos dentro del mismo término.
Impreso a full color. De 325 páginas. Editorial Abya Yala-Quito Ecuador. Año 2008.
ISBN Colección 9978-978-9942-01-146-6
ISBN Tomo: 9978-978-9942-01-148-0
Costo: USD 10,oo

lunes, 22 de junio de 2009

¿Otra vez la inflación?

Por Miguel A. Tomalá P.
Director de Análisis Ediciones


La inflación es uno de los problemas que el Ecuador ha tenido que sobrellevar durante muchas décadas, especialmente a partir de la recuperación de la democracia en el año de 1979. Este fenómeno considerado como el aumento sustancial, sostenido y generalizado de los bienes y servicios que se producen en la economía, es causado por una serie de factores tanto exógenos como endógenos y muchas son las medidas que se han implementado para poder detener su aceleramiento. En unos casos funcionaron a medias y por cierto tiempo, pero en otros simplemente no dieron resultados. Sin embargo sus efectos han sido tan fuertes en la población que experimentó en cada proceso un deterioro muy significativo de su poder adquisitivo que le impidió satisfacer sus más elementales necesidades.

En la década de los noventa el punto más crítico se generó cuando después de estallada la crisis financiera los precios de los bienes y servicios se aceleraron tanto que el país experimentó un índice inflacionario del 96,8% con una clara evidencia de romper todos los esquemas y entrar en una hiperinflación que hubiere sido más catastrófico. A decir de muchos entendidos la solución para este desbordamiento de los precios de los bienes y servicios era la aplicación de un esquema de dolarización como efectivamente se dio y a partir de allí comienza una nueva historia en el tratamiento de este tema. A pesar de ello se tuvo que esperar varios años para que nuestra economía pudiera ver hecho realidad una inflación de un dígito, hecho que sucedió a partir del año 2002 cuando el incremento de precios alcanzó el 9.3% continuando con un descenso en los años siguientes para llegar al 2006 al 2,8%.

Como podemos apreciar en el lapso de los últimos 7 años (2000-2006) la dolarización de una u otra manera permitió el control de la inflación lo que a su vez generó un nivel de confianza y estabilidad en el entorno macroeconómico que abría esperanza para que las inversiones pudieran darse en el país y la población sintiera una mayor seguridad en sus ingresos en el mediano y largo plazo. Lamentablemente por el lado de la inversión no ha sucedido en grandes cantidades debido a otros factores estructurales y coyunturales de nuestra economía donde sobresale el aspecto político pero que hasta cierto punto en el corto plazo no tenían mayor impacto en el incremento de los precios debido a que el respaldo de una moneda fuerte era el colchón donde se amortiguaban todos los efectos que se sucedían en la economía.
La situación ha cambiado desde el año de 2007 debido a varios factores. Se espera que para finales del 2008 el índice inflacionario alcance o sobrepase el 10%. Uno de estos factores tiene que ver con la depreciación del dólar en el contexto internacional frente al euro. Otro elemento que ha causado fuertes impactos en los precios ha sido el aumento de los precios de las principales materias primas en el escenario mundial como el trigo, petróleo, arroz, cobre, etc. Que produce esto? Que los precios de los bienes importados se incrementen, lo que en una economía como la nuestra dependiente de las importaciones es lapidario, ya que al aumentar las materias primas, los insumos, los bienes de capital, etc. afectan directamente a los costos de las empresas en el mercado interno quienes a su vez se ven forzados a incrementar los precios de venta al consumidor final con la idea de no disminuir su margen de utilidad y con ello sostener su actividad y todos los efectos multiplicadores que de ello se derivan en el empleo y actividades complementarias. A esto se le conoce como una inflación de costos.
Las cifras señalan que el proceso inflacionario se ha venido acelerando a partir del mes de enero del 2008 en que alcanzó un nivel del 4.2%; al mes de junio el índice inflacionario llegaba al…….. Según las autoridades oficiales señalan que la causa de dicho incremento obedece a lo que está sucediendo en el mercado mundial. Por su parte otros sectores no alineados al gobierno argumentan que unido a los impactos que generan los incrementos de precios en el mercado mundial está el aumento del gasto público que el gobierno ha realizado desde que asumió el mando de la economía ecuatoriana; es decir, con las medidas de tipo social adoptadas por el régimen se ha venido incentivando el nivel de demanda lo que a la larga produce un exceso de circulante en la economía que lleva a que los precios se disparen.
Hasta ahora los efectos que se han provocado de este nuevo escenario inflacionario han sido mínimos y se han acentuado en la canasta de los bienes más elementales como los víveres de primera necesidad. El gobierno ha aplicado algunas medidas para frenar un mayor aceleramiento. Sin embargo a la postre puede perder el control llegando a generar un descontento popular por que sin duda la inflación es el fenómeno que más golpea el bolsillo de los ciudadanos y cuando esto sucede es difícil recuperar la confianza lo que se ve reflejado en la urnas.
Es de esperar que el gobierno logre de una vez por todas atenuar tanto los impactos que vienen del exterior como los que se producen al interior de la economía. Otro proceso inflacionario de grandes magnitudes pude crear una nueva crisis económica que los ecuatorianos ya no nos merecemos.

Después de la crisis: qué?

Por Miguel A. Tomalá P.
DIRECTOR DE ANALISIS EDICIONES

La economía mundial desde el año 2008 viene experimentando una severa crisis que tuvo sus inicios en el desequilibrio del sector inmobiliario de Estados Unidos y que luego repercutió al sector financiero, mercado de valores hasta llegar a incidir en los mercados internacionales y las economías nacionales a nivel global.
Frente a esto podemos conceptualizar a la crisis económica como “aquellos momentos que se caracterizan por una situación sumamente depresiva de la evolución de un proceso económico en el que prima la recesión”, situación que se viene dando en la mayoría de los países y que empieza a tener efectos negativos en el funcionamiento de las empresas, en las exportaciones de bienes y servicios, en el encarecimiento de los productos en los mercados internos, en el incremento del desempleo producto del cierre de empresas grandes y pequeñas, en la disminución de las remesas de los migrantes y en fin en el nivel adecuado de los principales indicadores macroeconómicos, afectando a la larga el nivel de vida de la población.
También hay que recordar que la economía mundial, dentro del sistema capitalista, no es la única oportunidad que pasa por un tiempo de crisis profunda. La primera vez ocurrió en la década de los años 30’ en la denominada “Gran Depresión” que tuvo serios impactos el sector empresarial y sobremanera en el desempleo mundial. La segunda ocasión sucede en los años 70’ en la que se llamó la “Crisis Energética” de los países desarrollados que degeneró en un proceso inflacionario que provocó un periodo de estancamiento y la del 2008, que viene a constituirse en la tercera oportunidad que se manifiesta un proceso de crisis a nivel mundial. En la década de los años 90’ hubieron crisis como la brasileña, asiática, mexicana, rusa, argentina, pero que no tuvieron una dimensión mundial y por lo tanto sus efectos fueron contrarrestados en poco tiempo.
Frente a lo que sucede en estos últimos meses, cada uno de los gobiernos a nivel de América Latina, Europa, Asia, han implementado una serie de medidas para tratar de que los efectos tengan la menor repercusión en la estabilidad económica, en el desarrollo de la producción y en el nivel de vida de la población. A nivel de Ecuador, el Presidente Rafael Correa, ha diseñado algunas estrategias para que el país sufra los menores impactos. Entre las alternativas utilizadas tenemos el aumento de los aranceles a un determinado grupo de productos cuyo objetivo final es proteger la industria nacional frente a productos de terceros países; aumento del impuesto a la salida de capitales, apertura de líneas de crédito a través de la Corporación Financiera Nacional (CFN), medidas en relación al pago del Impuesto a la Renta, devolución de fondos de reserva cuya finalidad es incentivar la demanda agregada, entre otras.
Sin embargo, según datos estadísticos si existen indicios de que los efectos se están sintiendo. Por ejemplo, la caída del precio del petróleo ecuatoriano de 114,3 dólares el barril en julio del 2008 a 36,3 dólares a fines de diciembre/08 y a los 30 dólares en promedio, en el primer trimestre del 2009 febrero/09, disminuyó los ingresos fiscales en un 68.3% en el último trimestre del 2008 pasando de los 303.1 millones de dólares a 95.9 millones; a su vez en el primer trimestre del 2009 el Estado recibió por ingresos petroleros la cantidad de 303 millones de dólares; todo esto ha dificultado la labor del gobierno para cumplir con los gastos y sobre todo con el avance de obras, teniendo que recurrir a alternativas como la deuda interna vía recursos del IESS, a disponer de los recursos de la Reserva de Libre disponibilidad y en los últimos meses considerar la posibilidad de adquirir crédito externo.
Por su parte las exportaciones totales del país entre octubre/08-marzo/09 tuvieron una caída del 25.1%; disminución que tuvo mayor impacto en las exportaciones petroleras que disminuyen en un 47.4%, variación que es menor para las exportaciones no petroleras que caen en un 9.6% en el mismo periodo. Entre las causas están, por un lado la disminución de la demanda en los mercados internacionales y por otro la caída de precios de los productos en los mercados internacionales. Estos resultados han llevado a que el sector externo evidencie saldos negativos en la balanza comercial en todo el semestre octubre/08-marzo/09, situación que no sucedía desde el año 2003.
En cuanto a las remesas, que se han constituido en un pilar para sostener la dolarización y el nivel de consumo e inversión en algunos sectores de la economía, en el último trimestre del 2008 sumaron los 643.9 millones de dólares, disminuyendo en el primer trimestre del 2009 a los 554.5 millones de dólares, lo que representan una caída del 13.8%.
Finalmente el resultado de los efectos se verá con mayor claridad en el nivel de crecimiento que experimentará la economía en el año 2009, toda vez que para el año 2008, a pesar de la crisis internacional según datos del Banco Central, la tasa de crecimiento fue del 6.5% y según estimaciones de la Cepal al finalizar el presente año la economía habría crecido en un nivel inferior al 2%.
Si bien es cierto que quien está llamado a hacerle frente a cualquier periodo de crisis económica es el Gobierno, es importante el aporte que pueda hacer cada uno de los agentes y sectores económicos. Es indudable que las limitaciones que provoca la crisis generan problemas en la demanda lo cual provoca disminución de las ventas a nivel de las empresas, problemas para recuperación de cartera y por ende disminución en el consumo lo que acarrea a la larga que un grupo importante de personas pierdan sus empleos
Hay que considerar además que, después de la crisis económica que se está viviendo, según el criterio de Galo Abril Ojeda, “la política económica debería además de considerar las causas coyunturales internas y externas, aplicar las reformas estructurales que permitan consolidar un proceso de desarrollo con mejor distribución, recuperación sostenida del crecimiento, empleo, reactivación productiva, ingresos tanto del sector público como privado que permita eficiencia económica a la par de la justicia social”. El gobierno ha presentado un plan para los próximos cuatro años. Lo que se espera es que este realmente apunte al cambio de los problemas estructurales que la economía del Ecuador ha mantenido por muchos años.